Una denuncia contra el racismo que nos invade

«En El Vellón, la tarde del domingo electoral, varios niños venían huyendo de un grupo de
adultos que subía persiguiéndoles calle arriba. Frente al colegio electoral, los
perseguidores aflojaron el ritmo para montar su número. Tenían los papeles bien
distribuidos: estaba la plañidera, que venía diciendo “¡A mí! ¡me han atacado a mí!¡a una
mujer!”. Y los lanzadores de objetos, dos varones que intentaban agredir a los niños
con lo que tenían a su alcance. Los chicos se defendían: uno cogió una señal de
indicación de mesa y se la lanzó a un adulto que venía persiguiendo a otro chaval y se le
acercaba peligrosamente. Cuando el tumulto continuaba calle arriba, otro adulto, que
venía rezagado, paró para coger resuello e increpar ante el colegio electoral: “¡Esto es lo
que habéis traído al pueblo!¡esto es lo que tenemos!¡es vuestra culpa!”. Acabada su
parrafada, siguió calle arriba.

Recuperada la calma, no porque terminase el tumulto, sino porque se alejó calle arriba, se
acabó la función. La presidenta de la mesa del colegio electoral llamó a la guardia civil,
que fue directamente al lugar de un segundo tumulto, del que no fui testigo presencial.
Pero el comunicado de la UGT que enlazamos abajo, relata lo que sucedió en el centro de menores.

Salí del colegio electoral a las 18.00 h y caminé a mi casa, precisamente frente a la casa
de acogida. Dos coches patrulla de la guardia civil, y unos 75 vecinos estaban frente a la
puerta. De camino vi a dos grupos separados, la familia socialista en torno a la puerta de
uno de sus históricos líderes del pueblo que es adyacente a la casa de acogida, y otro,
pasada ya la casa, este de la familia popular.

El relato que me dieron algunos de los vecinos es que “los MENAs la habían liado otra
vez en la plaza”. No me dijeron mucho más.

Uno de los vecinos que se agolpaban frente a la puesta de la casa de acogida, señaló mi kufiya palestina y dijo que no servía de nada lo que me dijeran, pues yo estaba a favor de los chavales. Efectivamente, llevaba razón.

Salí de casa otra vez a las 18.20 h, y la gente se retiró del camino de mi vehículo para hacerme
paso. Bajando la calle un grupo de concejales del partido popular del municipio, liderados
por la número 1 de la lista, estaba “organizando” a vecinos que estaban en torno a la
casa. A las 21.30 h aproximadamente, cuando volví a casa, de nuevo la gente hubo de
apartarse para que pudiera acceder al patio donde aparco mi vehículo. Al salir del mismo
pregunté a una vecina como era posible que siguieran ahí todavía. Me dijo que se habían
ido al poco de yo marcharme, pero que más tarde había habido otra pelea con los menores no acompañados, y entonces habían vuelto.

Este relato por supuesto es parcial. Se basa en lo que yo vi ese día y lo que yo interpreté.
Pero las historias de lo que sucedió y lo que he oído hablando con los vecinos o los comunicados oficiales, dicen cosas tan diferentes que he creído que debía compartirlo. Me parecen relatos muy diferentes a los que yo viví.

Hay más elementos de esta historia. He decidido ponerlos en este punto del relato porque
ya no son hechos vistos e interpretados directamente por mí. No son una fuente primaria,
pero creo que expuestos como lo voy a hacer son más verosímiles. Digamos que el
teléfono escacharrado ya tiene un eslabón más.

La noche previa del sábado en el vecino pueblo de Pedrezuela hubo una reyerta entre
vecinos de El Vellón y tutores del centro de acogida a cuenta de unos teléfonos móviles
que presuntamente habían robado los menores. Pasados unos días la policía municipal
de Pedrezuela expuso a la cadena SER que ante la falta de indicios no se iban a incoar
diligencias contra ninguno de los menores por el asunto de los móviles.

También se acusa a los chavales de haber robado un coche y haberlo dejado volcado en
una cuneta. Nada más sé de este asunto de fuentes razonablemente fiables. Solo que
frente a los rumores acusatorios, circulan otros que dicen que el coche lo estrelló la dueña
en estado de embriaguez y al día siguiente fue a denunciar su desaparición. Me reitero en
advertir que tanto una situación como la otra son rumores que no he acertado a comprobar. Si lo relato aquí es porque creo que son indicativos de cómo está el ambiente
entre la gente de la zona.

Mi impresión es que hay un grupo en el pueblo que comparte el objetivo de cerrar el
centro de acogida. Para ello tienen como estrategia hostigar a los chavales para crear
conflicto y forzar situaciones extremas que pongan de manifiesto la incapacidad del
municipio de gestionar esas situaciones y terminar cerrando la casa. Además, opino que
sus acciones no son espontáneas, sino que están apoyadas por acción u omisión por el
Partido Popular de El Vellón”.

Este relato se entenderá mejor tras la lectura de los documentos que lo complementan y que aportamos:

  • Comunicado del Ayuntamiento de Pedrezuela, liderado por el Partido Popular con el
    apoyo de la Agrupación Independiente de Pedrezuela (no confundir con Vox que está en la oposición), acusando sin pruebas y juzgando a los menores, para nuestra vergüenza.
    Se lo enlazamos aquí. Además, enviaron ese comunicado a todos los vecinos del pueblo,
    utilizando el canal de Whatsapp en el que por lo normal se publican eventos o sucesos
    tales como cortes de agua, apertura de piscina o asuntos de interés general. En paralelo a
    esta carta, iniciamos gestiones para quejarnos sobre estos hechos, porque no vamos a
    consentir comunicados racistas en nuestros teléfonos móviles.
  • Comunicado del Ayuntamiento de El Vellón, este liderado por el Partido Socialista
    Obrero Español, que defiende que el comportamiento de los vecinos de El Vellón ha sido
    “ejemplar”
  • Comunicado Somos Vecinos

Desde la Asamblea Popular de la Sierra Norte del movimiento 15M, vemos con mucha
preocupación la escalada de odio que se está extendiendo por nuestros municipios.
Queremos hacer un llamamiento a la ciudadanía para que protesten ante los municipios
de El Vellón y Pedrezuela por sus respectivas posiciones ante el centro de acogida de El
Vellón. Creemos que: ni los menores son amenaza para la seguridad de los vecinos de
Pedrezuela, ni el problema es que en España los niños son “inimputables”.

Por ello, además de publicar esta carta, animamos a cualquier persona a presentar una
queja en los Ayuntamientos de Pedrezuela y el Vellón. En la entrada que publicaremos a continuación encontraréis la forma de hacerlo y un modelo, para enviarla tanto telemáticamente como impresa y presentada en los propios Ayuntamientos.

NO TOLERAMOS EL RACISMO en ninguna de sus formas y señalaremos directamente a las personas o instituciones que lo promuevan o lo blanqueen. #AntiracistasSiempre

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